El último mes del año llega con resúmenes manchados con mate, presentaciones finales y la ansiedad de rendir exámenes. En ese escenario, el método Blurting vuelve a aparecer entre los estudiantes y grupos de estudio como una herramienta accesible que promete mejorar la retención de información sin sumar estrés. Esta técnica, impulsada por psicólogos europeos, invita a “soltar” lo que sabemos en una hoja para detectar fallas, reforzar conceptos y fijar conocimientos en la memoria a largo plazo.
Aunque nació en entornos educativos anglosajones, luego se instaló entre estudiantes de primaria, secundaria, universidad e incluso adultos que rinden cursos, concursos y capacitaciones. Su lógica se apoya en un punto simple: para aprender, primero hay que descubrir qué recordamos realmente.
Cómo funciona el método Blurting y por qué atrae a tantos estudiantes
Los especialistas explican que la técnica se organiza en ciclos que se pueden repetir tantas veces como sea necesario. La clave está en que cada vuelta permite identificar qué contenidos se dominan y cuáles requieren más atención.
El procedimiento se divide en seis pasos:
1. Organizar. Ordenamos el tema, destacamos títulos, subtítulos e ideas principales. Tarjetas de colores, mapas mentales o palabras clave ayudan a estructurar la información.
2. Leer. Repasamos el contenido hasta sentir que lo entendemos. No buscamos memorizar palabra por palabra, sino comprender para luego poder reconstruir.
3. Blurt ("soltar"). Guardamos los apuntes y escribimos en una hoja todo lo que recordamos del tema. El objetivo no es hacerlo perfecto, sino dejar la información sin pensar demasiado y sin seguir un orden rígido.
4. Revisar. Comparamos nuestro escrito con los apuntes. Este paso revela lagunas, errores y temas que pasaron desapercibidos.
5. Repetir. Aquí entra la repetición espaciada. Podemos repetir el proceso horas después, al día siguiente y varios días más. En cada ciclo notamos un avance en la capacidad de recordar.
6. Descansar. El ejercicio exige concentración, por lo que los especialistas recomiendan pausas cortas para evitar la saturación.
Según organizaciones educativas como Communities In Schools of Jacksonville, el descanso adecuado permite que el cerebro procese mejor la información y que los estudiantes vuelvan al estudio con más energía.
En qué materias conviene aplicar este método y cuándo rinde mejor
El método Blurting sirve para asignaturas que requieren explicaciones extensas, exámenes de desarrollo, exposiciones orales y lenguas extranjeras. También funciona en materias donde debamos recordar detalles concretos: fechas, fórmulas, personajes históricos o secuencias de un proceso.
Muchos docentes lo recomiendan al inicio de una unidad, para detectar conocimientos previos, y, al final, para medir cuánto aprendimos. Su flexibilidad permite adaptarlo a distintas edades y estilos de aprendizaje.
En cuanto a sus límites, los especialistas advierten que quienes tienen dislexia u otros trastornos específicos pueden necesitar acompañamiento o ajustes, ya que la técnica depende de la lectura y de la escritura. También se recomienda supervisión profesional en los casos de baja capacidad cognitiva, para evitar frustraciones y adaptar el método a las necesidades de cada persona.